Un día me compraron una guitarra de juguete, desde ese día empece a querer aprender a tocar la guitarra pero, esta vez de verdad.
Intente entrar en varios centros para aprender a tocar, pero no lo conseguí hasta después de 9 años, cuando ya tenía 15.
Un conocido de la familia se ofreció a enseñarme a tocar la guitarra, a mí y a 3 personas más. Fue como un sueño echo realidad, tantos años de espera valieron la pena.
Comenzamos con las clases el 13 de Noviembre de 2015, el mismo día que me compre mi primera guitarra.
Puedo decir que parece difícil y hasta puede que lo sea por todas las cosas que tienes que aprender, pero siempre fui con mucha ilusión a aprender. Estoy orgullosa de lo que he aprendido y me gustaría poder perfeccionarlo mucho más.
Dentro de poco se cumplirá 1 año, y es, será y ha sido genial.
Ahora siempre hay un hueco para poder tocar la guitarra en todo momento.
